Tradicionalmente, los fallos de memoria han tenido un gran peso como indicador de riesgo de demencia; tanto que, cuando otro tipo de fallos cognitivos predominan sobre los fallos de memoria, cuesta más llegar al diagnóstico de demencia. La situación todavía es más compleja si los síntomas psiquiátricos preceden a los fallos cognitivos; cosa que ocurre en más de la mitad de las personas con deterioro cognitivo leve y en casi dos tercios de los casos de demencia. Ante esta evidencia, y para facilitar la identificación de las personas “en riesgo”, se ha propuesto en los últimos años la categoría “Deterioro Conductual Leve”,

QUÉ ES EL DETERIORO CONDUCTUAL LEVE?

  1. Una persona mayor de 50 años sufre un cambio de comportamiento y personalidad que persiste durante +6 meses; manifestado por uno de los siguientes cambios:
    1. Disminución de la motivación (apatía, falta de espontaneidad e iniciativa, indiferencia)
    1. Disregulación afectiva (ansiedad, cambios de humor, irritabilidad, euforia..)
    1. Descontrol de impulsos (agitación, ludopatía, obsesiones, conducta repetitiva, conducta desinhibida e inadecuada a las circunstancias, respuesta automática a estímulos..)
    1. Inadecuación a las normas sociales (falta de empatía, falta de conciencia del cambio, falta de decoro ó tacto en las relaciones sociales, pensamiento inflexible..)
    1. Percepciones ó contenido del pensamiento anómalo (alucinaciones, delirios..)
  2. Aunque en esta etapa la persona mantiene autonomía para las actividades de la vida diaria, con mínimo apoyo ó asistencia; los cambios antes comentados deben repercutir en sus relaciones o actividades sociales y/o en su desempeño laboral.
  3. Aunque la persona pudiera tener una enfermedad médica o psiquiátrica diferente, los cambios de comportamiento no pueden atribuirse exclusivamente a esta; ni a un evento traumático o a los efectos de una sustancia o medicación.
  4. Este diagnóstico es compatible con el diagnóstico de Deterioro Cognitivo Leve (fallos predominantemente en funciones cognitivas), pero no con el diagnóstico de demencia; aunque las personas que sufren estos cambios en su conducta tienen más riesgo de evolucionar con el tiempo hacia una demencia.

El reconocimiento de los síntomas psiquiátricos en enfermedades neurodegenerativas permite un diagnóstico más preciso y nos acerca al conocimiento de sus bases cerebrales. Lo dice J Cummings (probablemente el máximo referente en este tema), pero no me cansaré de repetirlo y reivindicar el importante rol de la psiquiatría en este cometido.

En las siguientes entradas, que publicaré con frecuencia semanal, revisaremos punto por punto los posibles cambios en la conducta y personalidad que se pueden dar como «Deterioro Conductual» y pródromos de la demencia. Algunos son más frecuentes en unos tipos de demencia que otros, también lo veremos! Adelante!

Fuentes: Ismail Z et al. Alzheimers Dement 2016;12(2):195-202.

Wise EA, Rosenberg PB, Lyketsos CG, Leoutsakos JM. Alzheimers Dement 2019; 11: 333-339.

Para más información en Castellano, ver: Agüera-Ortiz LF y cols. Rev Neurol 2017; 65 (7): 327-334;

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